Como hacer feliz a una mujer en la cama




Entretente lo mas posible en los preliminares. La mayoría de las mujeres disfrutan enormemente con besos, abrazos y caricias tiernas. Es como si necesitaran volverse a enamorar, y estar seguras de ser deseadas por ellas mismas antes de empezar a disfrutar realmente de su propia sexualidad de una forma más egoísta.

Desnúdala muy despacio, acariciándola por encima de la ropa. Hay muchas mujeres que se excitan más vestidas que desnudas del todo. Si os apetece tomar un baño o una ducha pídele que te deje hacer y trátala con mucho cariño como una madre lo haría con su bebé, a muchas mujeres este tipo de conductas maternales y protectoras les baja por completo las defensas y les prepara perfectamente para una experiencia sexual perfecta. Pero aunque no sea así ducharse antes del sexo se agradece sobre todo si no eres muy escrupuloso con tu higiene personal.

Mantén una agradable media luz. Y habla, lo mismo que la vista es el sentido por el que entran las imágenes eróticas en el cerebro masculino, el oído es el sentido femenino. Dile todo lo que te gusta y todo lo que la quieres. Si le gusta dile alguna palabra obscena. Avánzale lo que le vas a hacer. Pon tu creatividad al servicio de la palabra. Estate muy atento a su respiración, te va a ir indicando en que estado se encuentra y hasta que no la sientas bien excitada no le toques el pecho o los genitales.

Besa y acaricia todo su cuerpo y entretente en cada zona varios minutos. Un secreto: las verdaderas zonas erógenas de una mujer son las mas lejanas de su zona genital. Los pies y el cabello si los acaricias bien pueden provocarle un orgasmo para tu sorpresa y seguramente la de ella.

Entretente mucho y hasta que no la notes bien excitada no le toques el pecho. Acarícialo con suavidad, algunas mujeres lo tienen extremadamente sensible y recuerda que para la mayoría de las personas dolor y placer son incompatibles. Lame y succiona suavemente los pezones y si notas que aumente su excitación no dejes de estimularlos, continua hasta que ella te diga basta.

En este momento tiene que estar ya muy excitados y le toca el turno al clítoris, trátalo con suavidad, recuerda que es como tu glande. Usa el líquido vaginal para lubricarlo y no lo toques directamente. Pon atención a sus movimientos, estos te indicaran el ritmo que debes imprimir a la caricia. Si notas que está llegando al orgasmo no dejes de estimularla porque probablemente perderá la excitación y se sentirá muy, muy frustrada, sigue hasta que lo tenga y penetra después si ese es tu gusto en ese momento.

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